sábado, 8 de julio de 2017

Final de Curso de las CEBs

El viernes, 7 de julio (viva san Fermín, gora san Fermín), tuvimos la Fiesta de Fin de Curso de las Comunidades Eclesiales de Base, o Pequeñas Comunidades Cristianas.

Aunque durante los meses de verano van a seguir con sus reuniones mensuales, ya va siendo una tradición que en primeras fechas de julio se junten para celebrar una sencilla fiesta.

Esta vez fue en Erentxun, donde vive Pablo, uno de los miembros de la Comunidad de Oreitia. Él nos dio la bienvenida a su pueblo, y se encargó de que las cosas estuvieran preparadas. Nos juntamos las tres Comunidades de la zona pastoral: la de Gereñu, la de Alegría, y la citada de Oreitia. Además, contamos con la presencia de invitados de Araia y de Agurain que también están en el mismo caminar de reunirse en Comunidad.

Hacia las 6 de la tarde fuimos llegando a la plaza del pueblo sin prisas ni agobios como pide la época en que estamos. Cuando estuvimos más o menos todos, pasamos a la iglesia parroquial, dedicada a san Andrés apóstol. Allí, en círculo hicimos un rato de oración, centrada sobre todo en el texto de las Bienaventuranzas y en su significado para nosotros. Pudimos contemplar y curiosear las bellezas artísticas que contiene el templo.

Después, en el exterior, nos hicimos la "foto de familia" como recuerdo.



Y finalmente, nos fuimos a la Sociedad del pueblo a compartir una merienda con lo que cada una de las comunidades había traído preparado. Hubo de todo y para todos; todo muy sabroso, por el cariño puesto en la elaboración y por la compañía al compartirlo. No faltaron las tortillas de patatas, el buen queso de Gereñu, el jamón, una rica ensaladillla en tostadas; y las rosquillas, las tartas, el bizcocho para acompañar el café. Hasta hubo algunos cantos de sobremesa como muestra del buen ambiente y del buen humor que había.


Los de Araia se fueron primero por algún compromiso que tenían. Luego algún otro también se ausentó y a eso de las 8'30 dimos por terminado el encuentro o fiesta, con un buen sabor de boca y nos despedimos hasta el año próximo, si Dios quiere.