El Viernes Santo, día 3 de abril, Luis Mari Pérez de Onraita, ha muerto para este mundo y ha resucitado para la Vida eterna, junto a su Maestro Jesucristo, al lado del Padre Dios.
Luis María Pérez de Onraita
Aguirre, nació en Gauna (Álava), el 12 abril de 1933.
Era Doctor en Ciencias
Sociales y Licenciado en Filosofía, en la Pontificia Universidad Santo Tomás de
Aquino en Roma.
El 11 de Agosto de 1957 fue
ordenado sacerdote, y sólo dos años después llegó a Angola el 16 de octubre de
1959 con la primera expedición que envió Misiones Diocesanas Vascas a ese
país.
Desde entonces siempre ha
estado en Angola.
Su primera etapa misionera, en
los años finales del colonialismo portugués y los inicios de la independencia
de Angola, la pasó en la provincia de Malanje, donde fundó la Misión de
Cuale y la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima – Maxinde, en la cual fue el
primer Párroco. A él, entre otros, se debe la obra social de Maxinde.
Años más tarde, trabajó en la
capital del país, Luanda, como párroco en la parroquia Nuestra Señora de
las Gracias y como Director espiritual del Seminario Menor de Luanda y de
varios noviciados de los religiosos.
Fue nombrado Obispo Coadjutor
de Malanje el 10 de marzo de 1996. Los años difíciles de la guerra de Angola
(llegaron a bombardear el obispado de Malanje) permaneció al lado del pueblo
sufriente y fue testigo de la paz definitiva del año 2002, tras la muerte del líder
de UNITA, Jonas Savimbi.
Los últimos 10 años de su episcopado los
dedicó a reconstruir todo lo que la guerra había destruido (principalmente capillas
y escuelas) en toda la provincia y potenciando el ingente trabajo de
los catequistas, auténticos evangelizadores de Angola y de otros países de
África.
En la Conferencia de los Obispos de Angola y Santo Tomé, fue Presidente de la
Comisión para la Salud.
En el año 2012 cedió el testigo a D. Benedito Roberto, actual
arzobispo de Malanje. Los años de su jubilación, mientras su salud se lo
ha permitido, los ha querido dedicar a servir a la que ha sido siempre su
casa, el pueblo de Malanje.
En el domingo de Pascua de Resurrección, a Luis Mari, le deseamos: ¡Descanse en paz!. Goian bego!!