viernes, 17 de marzo de 2017

Voces del Sur en Alegría

El miércoles, 15 de marzo, tuvimos la visita de las "Voces del Sur" en nuestra zona pastoral de Alegría. Son personas venidas desde otro continente (América Latina), de un país muy querido por muchos de nosotros (Ecuador), de una provincia que sufrió un terremoto de magnitud 8'2 grados hace ahora casi un año (MANABÍ).


Por la mañana, nos acompañó D. Ulbio Chancozo, de la comunidad de Estero Seco, cantón-municipio de Jama. Padre de 14 hijos, abuelo de 40 nietos, bisabuelo de 14 biznietos, campesino y miembro de una de las comunidades eclesiales de base más afectadas por dicho terremoto.


Visitamos a los usuarios del Centro de día de Alegría, donde conversamos despacio con él, que nos transmitía su forma de vida, sus experiencias tras el terremoto, los proyectos de futuro... Incluso nos cantó algunos cantos con la letra compuesta por él mismo.


Luego nos fuimos a comer en "El Rincón de Adana" donde seguimos escuchando su testimonio. En Adana, D. Ulbio quiso y pudo conocer un poco la forma de vida de los pueblos no hace tantos años. Visitamos la iglesia de san Bartolomé, el molino restaurado, así como la bolera y el lavadero donde transcurría parte de la vida social.


También quisimos que tuviera un momento de esparcimiento y nos fuimos a enseñarle el pantano en la zona de Garayo, donde se admiró del paisaje, de las aves, de la gente que iba a pasar el día. Por cierto, la tarde estaba preciosa y la temperatura primaveral.


Luego tuvimos el Encuentro con la gente de Alegría y pueblos de alrededor que quiso acudir para escuchar estas voces que este año nos cuentan cómo ha sido y está siendo este año posterior al terremoto. Para la reunión estuvieron también Isa Matilla, natural de Bérriz, pero vinculada a Ecuador y a Manabí desde hace más de 30 años, actualmente casada con Alejo, manabita, miembro de las comunidades cristianas de san Isidro y quien acompaña como técnico agrícola en los trabajos de la tierra comunitaria que cultivan las comunidades.

Acabamos con una sencilla merienda-picoteo y les despedimos dándoles las gracias por su testimonio y comprometiéndonos a seguir apoyándoles en los proyectos de reconstrucción que están en marcha y que ayudan a la gente a levantarse y rehacer sus vidas. La construcción de casas en el medio rural y las becas para estudiantes de universidad que lo perdieron todo.

¡Estamos con ustedes, D. Ulbio, Isabel y Alejo!