Nos hemos reencontrado los amigos y compañeros de los grupos de Catequesis y también con las catequistas que nos acompañan en este bonito camino de conocer más y mejor a Jesús.
En la Misa Familiar hemos querido en primer lugar dar la bienvenida y acoger a los niños y niñas que este curso van a iniciar el proceso de la Catequesis Familiar, junto a sus padres y madres. Son 14 los niños y niñas a los que sus aitas han inscrito. Algunos tienen cara de tímidos y otros de pillos. Ya veremos....
Casi todos los niños y niñas de los cursos superiores han participado en la Misa, leyendo las peticiones, trayendo las ofrendas (un mapa y una brújula, para saber a dónde queremos llegar y orientarnos; una vela como signo de la luz que nos ayude a no perdernos en el camino; un ramo de flores en señal de nuestros buenos deseos y nuestra ilusión; el pan y el vino, necesarios para que Jesús se haga aún más presente entre nosotros), o pasando las bolsas para recoger la colecta...
Ha sido una misa animada como siempre por un coro con tres guitarras que han puesto música y alegría en la celebración. Hemos comenzado con buen pie. ¡Buena señal!