Presentación
de la CAMPAÑA DE SOLIDARIDAD en la zona pastoral de Alegría, el 4 de noviembre de
2016.
Solidaridad con el Albergue de Puente Alto y los que
allí acogidos.
Se presentaron
ante nosotros Satur García, Ainara –la trabajadora social que está ayudando de
forma voluntaria-, y Manolo Vigo como parte de la Junta Directiva de la
asociación "BULTZAIN", que gestiona el albergue. Cada uno nos
conmovió el corazón desde su punto de vista.
Satur, "Celedón
de Oro" y otros varios reconocimientos por su labor social en Vitoria, antes
estuvo colaborando con el ex-alcalde José Ángel Cuerda en el albergue de Betoño.
Desde su experiencia de huérfano, y una temporada él mismo viviendo como un
"sin techo", nos cuenta cómo él se ha comprometido de por vida trabajando
por esta gente que es invisible para la mayoría de nosotros Satur deja a su
señora enferma muchas noches de crudo invierno, para ir a llevar bocadillos y
algo caliente que tomar, y para recoger a los que están durmiendo en la calle o
en los cajeros de los bancos.
Ainara, la
trabajadora social voluntaria, te llama la atención. Es una chica joven, de 24
años, que una vez acaba su carrera, se ha implicado en este albergue, y se ha
ganado el respeto de los usuarios, gracias a su entrega y su trabajo. Deja sus
horas libres, qué valor tiene esa chavala, es la que lleva el peso del Albergue, está
haciendo un buen trabajo. Es muy valiente, a veces se tiene que poner firme
para que las cosas funcionen.
El edificio
del Albergue tiene muchas deficiencias y se arriesgan a que se lo cierren las
autoridades. Con qué poquito se conforman. Nos dan un ejemplo, a los creyentes
y a todo el que siente el deseo de hacer bien a los demás. Su testimonio nos
llegó al corazón. Las vivencias que nos contaron fueron magníficas, merecen ser
escuchadas, llevadas a la práctica. Eso es amor al pobre, eso es ser
samaritanos, se nos ponían los pelos de punta al escucharles.
Manolo Vigo,
muy entusiasta, enmarcó el trabajo que se hace en el Albergue dentro de la
realidad de la pobreza de Euskadi. Nos dieron el dato de que hay dos mil
personas en esta misma situación de vulnerabilidad en la comunidad autónoma; que
son los más indefensos de nuestra sociedad, que no sólo no tienen un techo, sino
que no tienen trabajo, ni apoyo familiar, ni amigos...; algunos ni siquiera
tienen padrón ni tarjeta de salud de Osakidetza. En Álava en los últimos cuatro
años se ha duplicado la pobreza, hemos pasado del 4,1% al 8,2 % de la población.
Estos excluidos
son la cola de la sociedad, son los últimos de los últimos. No les interesan a
las autoridades ni a la clase política. ¿Por qué? Pues porque la mayoría, por
supuesto, no vota, no van a decidir los puestos. Así que los políticos no hacen
nada, al contrario, cada vez les quitan más ayudas.
Me quedé
anonadado, cómo con todo el rechazo que les hacen los estamentos públicos, esta
gente (Satur, Ainara, Manolo, etc.) no tira la toalla y siguen con este
trabajo.
La mitad, el
50% de esta gente cuentan que han sufrido violencia física, odio y rechazo por
parte de las personas “normales” de nuestra sociedad.
Tres cuartas
partes (75%) de los dos mil que viven en la calle en el País Vasco, tienen
serias dependencias: la mayoría tienen serias enfermedades físicas y síquicas,
y carecen de recursos. Impresiona ver a esa pobre gente, nos conmociona que se valore más a los perros que
a esas personas. Son seres humanos.
Las
instituciones públicas no hacen nada de planificación para recuperar y reinsertar
socialmente a todas estas personas. La Diputación y el Ayuntamiento no son capaces de planificar a medio o largo
plazo una solución digna. Sólo se ponen parches, dándoles cama y comida durante
tres noches y luego, los vuelven a echar a la calle, a que se busquen la vida y
que se vayan a otra parte. Las políticas de las instituciones no sirven. Se
pasan la patata caliente unos a otros. Lo único que hacen es, pasado los tres días,
expulsarlos y mandarlos a otro albergue en Miranda, en Pamplona...
Entre estas
personas, hay algunos mayores de 65 años, enfermos y con dependencias, y las
instituciones no los llevan a ninguna residencia, cuando deberían ser los
primeros de la lista por no tener absolutamente ningún recurso.
La iglesia es la
única que ha ayudado desinteresadamente, por ejemplo Caritas. La iglesia es la
que más está haciendo por ellos.
Los
responsables del albergue nos ayudaron a descubrir las raíces de la injusticia que
produce cada vez más pobres. Afirmaron que los bancos son los que tienen la
culpa de la mayoría de casos de personas viviendo en la calle, ejecutando
hipotecas sin tener en cuenta la situación de las personas y las familias. El
sistema social basado en el dinero es el que siempre ha movido el mundo; la
banca mueve a los medios de comunicación; el dinero es quien tumba y pone
gobiernos.
Satur nos
decía: “Estos son los últimos de la cola. Luchas y luchas por ellos, y ves que
otra vez caen en la bebida, y te preguntas ¿cómo levanto yo a éste?”. La paciencia
que se necesita y la fe en que estas personas se puede rehabilitar, es muy
necesaria. Pero eso es muy duro, porque supone chocar con la libertad individual
y el muro que, a veces, es la decisión de cada uno, y acompañarle a dar pasos,
pero sólo cuando él quiera, cuando él mismo quiera darlos.
&&&&&
¿Qué queremos
los que organizamos la Campaña Solidaria?
En primer
lugar: que tomemos conciencia, que no cerremos los ojos a esa realidad, está a
muy poca distancia de nuestros confortables hogares.
En segundo
lugar: que nos sintamos hermanos de ellos, que no olvidemos que son seres humanos,
con su dignidad y sus derechos, y que merecen una segunda (o una tercera, o una
cuarta...) oportunidad para reintegrarse a la sociedad.
En tercer
lugar: pedimos también a quien quiera colaborar para ayudar a los responsables
y los usuarios del Albergue de Puente Alto:
. Ropa de
cama: mantas y sabanas
. Artículos de
higiene personal: cepillos y pasta dentífrica, jabones, champú, gel,
desodorante, espuma de afeitar, maquinillas, loción de afeitado, colonia de
hombre.
. Artículos de
limpieza de hogar: lejía, detergente para lavavajillas y para lavadora, limpiahogar
par baños...
. Vajilla.
platos, vasos, cubiertos, cazuelas y sartenes.
. Dinero:
colaboración económica en la colecta del día 27 de noviembre.
Vamos a ofrecer
a cada grupo parroquial y a cada pueblo que lo donado lo recojan y lo lleven ellos mismos al albergue
de Puente Alto, llamando antes a Ainara, la trabajadora social, al número: 654 043
747