Nos acompañó para dirigir el coloquio la psicóloga clínica Elvira Ruiz de Apodaka, que tiene su consulta en Vitoria. Presentó la realidad que viven las personas mayores, con los datos que se han publicado, con los casos que ella conoce por su consulta, con la experiencia compartida con los asistentes...
Fue un coloquio muy participativo, muy ameno, y muy interesante porque Elvira aportaba también pautas de solución para algunas situaciones conflictivas y problemáticas que pueden vivir los abuelos en el entorno familiar.
Nos dijo que el 59 % de los abuelos dedican entre 6 y 7 horas diarias a la atención a sus nietos. También expuso el dato del 40 % de los abuelos que sostienen (no solo ayudan) la economía de sus hijos y nietos. Afirmó que los abuelos son o pueden ser apoyo y complemento, pero nunca sustitutos de sus hijos, los padres del menor quien cuidan o atienden.
Habló del síndrome de la "Abuela esclava", ya identificado y con protocolos médicos de atención en centros de salud primaria. Recalcó que también los abuelos tienen que cuidar su salud y aprender a decir "no" cuando está en riesgo su propio bienestar...
Indicó que los niños aportan a los abuelos y personas mayores alegría, espontaneidad, energía, una "segunda juventud"... pero que también agotan, y suponen una carga de responsabilidad por hacerlo bien y cuidar a los nietos. También pueden surgir diferencias en cuanto a las pautas y criterios en la educación o comportamiento de los pequeños. Recetó "diálogo, diálogo y diálogo" para aclarar las cosas y no dar por supuesto lo que no se ha expresado y dialogado y acordado.
Otro tema que se habló fue la brecha tecnológica en la que los nietos "dominan" a los abuelos y pueden "engañarles" más fácilmente. Y que hay que tener cuidado o sugerir que los dispositivos electrónicos los utilice el nieto solamente en su casa, con sus padres.
En fin, los asistentes quedamos muy complacidos y se nos hizo corta la hora y cuarto que duró el coloquio. De tal manera que luego algunos se quedaron charlando y comentando sobre lo que habían oído y sobre sus propias experiencias, por un lado gozosas y por otro estresantes...
