sábado, 10 de marzo de 2018

Visita de las "VOCES DEL SUR"

El miércoles, 7 de marzo, tuvimos el privilegio de recibir la visita de la hermana Consuelo Pillajo y de Antonio Mazacón, las "Voces del Sur" de este año.



Los dos son ecuatorianos. Ella es natural de la provincia de Pichincha, cuya capital (y la del país) es Quito, que está a 2.800 metros sobre el nivel del mar. Él es natural de la, para nosotros más conocida, provincia de Los Ríos, concretamente de su capital, Babahoyo, que está cerca de la costa del océano Pacífico. Ella es religiosa de una congregación ecuatoriana, las Hermanas Marianitas; él es un laico, casado y con hijos. Ella trabaja como misionera en otro continente, en África, en Kenia, en la región más desértica, con la tribu de los turkana, nómadas en proceso de asentamiento. Él es un jubilado que se dedicó toda su vida laboral a la educación: profesor de colegio, catedrático de universidad, inspector provincial de educación, coordinador de establecimientos educativos, muy en contacto con los jóvenes y las organizaciones populares de los suburbios de Babahoyo.




Visitamos con ellos el Centro de Día para Mayores de Alegría, en una charla muy amena y en la que contaron sus experiencias y trabajos. Consuelo también hizo publicidad de las bellas y delicadas artesanías de las mujeres turkana.




Luego, fuimos a comer a la Casa Rural de Adana con el Grupo de Solidaridad, con una sobremesa muy agradable.


Tuvimos también una reunión con el grupo de Servidores de la Comunidad de esta zona pastoral, compartiendo experiencias de atención pastoral a los pueblos pequeños acá y a los recintos o aldeas de los turkana y en los barrios del extrarradio de las ciudades de Ecuador.


Luego hubo un encuentro abierto para todas las personas interesadas, donde volvieron a compartir con sencillez y con entusiasmo su forma de vivir el compromiso misionero y las necesidades que intentan paliar cada uno en su lugar.




Finalmente, estuvieron en la reunión de los Padres y Madres de Familia de uno de los cursos de la Catequesis Familiar. Pudieron estar solamente en la mitad de la reunión, pues tenían que marchar a otro lugar, pero en su exposición quienes escuchábamos nos quedamos asombrados de su testimonio y con la boca abierta de las cosas que contaban.

En definitiva, para ellos una jornada intensa y para nosotros un impagable enriquecimiento a todos los niveles.
Gracias Consuelo, gracias Antonio. Mila esker!!